En el contexto mexicano, el acceso de empresas y personas interesadas en criptoactivos ha enfrentado obstáculos importantes, en gran parte debido a la estricta legislación aplicada al sector Fintech. Esta regulación ha provocado que varias empresas mexicanas que operan con criptomonedas se vean obligadas a trasladar sus operaciones fuera del país, desde donde continúan ofreciendo sus servicios.
En reportaje del periódico El Financiero, Gustavo Leal Cueva, fundador de fiscalia.com, sitio especializado en impuestos y negocios digitales, y socio del despacho Leal Benavides y Cía, subrayó que este panorama ha limitado tanto a las empresas que desean ofrecer tecnologías relacionadas con criptomonedas como a los usuarios y clientes interesados en este tipo de inversiones. En una reunión con ejecutivos del IMEF Grupo Monterrey, en la que abordó el tema del tratamiento fiscal de las criptomonedas en México, Leal señaló que, a pesar del interés en utilizar criptomonedas como mecanismo de pagos internacionales, los bancos en México todavía muestran reticencia a interactuar con este tipo de activos, llegando incluso a negar la apertura de cuentas a empresas que gestionan criptomonedas.
No obstante, algunos bancos más jóvenes han demostrado una mayor apertura hacia las criptomonedas, experimentando con su uso en programas de recompensas, aunque no en servicios financieros principales. A pesar de estos desafíos, México sigue destacando a nivel regional y mundial en el ámbito de las criptomonedas, ocupando el tercer lugar en Latinoamérica y el décimosexto en el mundo, con un 3% de la población mexicana poseyendo algún tipo de criptoactivo. La capitalización del mercado de criptomonedas en el mundo es de 2.2 billones de dólares.
Este contexto refleja la creciente relevancia de las criptomonedas en México, pero también las barreras que deben superarse para que su adopción sea más generalizada, especialmente en el sistema financiero tradicional del país.
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