Para la declaración anual del 2023, a presentarse en abril del próximo año, los ahorradores deberán preparar una buena reserva para el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) por sus ganancias en inversiones como en Cetes, advirtieron especialistas.
Gustavo Leal Cueva, socio de Leal Benavides y Cía., en entrevista para el periódico El Norte, explicó que esto obedece a que las tasas de interés nominales fueron muy altas, en un entorno en el que la inflación se redujo notablemente lo que dio por resultado elevadas tasas de interés reales, que son la diferencia entre el primer factor y el segundo.
"Ambos factores, la inflación menor a descontar y las mayores tasas de interés, provocarán que los rendimientos reales sean mucho mayores y muy por encima de la retención de 0.15 por ciento que las instituciones financieras calculan sobre el capital invertido", expuso.
De acuerdo con series del Banxico y proyecciones de sus encuestas entre especialistas del sector privado revisadas por Grupo REFORMA, durante todo el 2023 el rendimiento nominal de los Cetes a 28 días terminaría con un promedio del 11 por ciento, contra uno de 7.6 observado en el 2022.
Pero si a esas cifras se les restan las inflaciones promedio de cada año, resulta que la tasa de interés real de esos instrumentos, en promedio, pasó de un cero por ciento a 5.5 por ciento y sobre ese rendimiento es que el SAT cobrará el ISR.
"Vamos a tener un interés real, que es sobre el cual se calcula el impuesto que será alto, y una retención baja de sólo 0.15 por ciento, así que seguramente la retención no va a alcanzar a cubrir el impuesto anual, como el año pasado", anticipó Leal Cueva.
"Así que la mayoría de los ahorradores deberán prepararse para hacer un pago de impuesto en la declaración anual, para que no los vayan a agarrar de sorpresa cuando su contador les diga que van a pagar cierta cantidad de impuesto a cargo y no lo tuvieran planeado".
Ejemplificó el caso de un contribuyente que mantuvo una inversión de 2.5 millones de pesos en el año y al que la institución financiera le retendrá conforme a la Ley de ISR 0.15 por ciento de ese monto, pero lo descontará de sus intereses reales y no del capital, para enterarlo al SAT.
A una tasa de interés promedio de 10.5 por ciento cobraría intereses nominales de 257 mil 500 pesos, pero con una inflación de 5.7 por ciento al cierre de año, su rendimiento real sería de 115 mil pesos, a los que le aplicarían la tarifa de ISR para que le resulte un impuesto a pagar de 8 mil 706 pesos.
Como a ese ahorrador la institución financiera le retendría un monto de 3 mil 750 pesos para enterarlo al SAT, en la Declaración Anual le saldrá un saldo en contra de 4 mil 957 pesos.
"La retención no alcanzará a cubrir el impuesto que generarán los intereses reales, que es a los que el SAT aplica la tarifa de ISR".
Leal Cueva señaló que los contribuyentes que además de rendimientos por inversiones en instituciones financieras percibieron en el año otros ingresos, podrían caer en niveles más altos de la tarifa de impuestos de la Ley de ISR, que puede llegar hasta 35 por ciento.
"Si estos contribuyentes caen en una tarifa superior, van a tener qué anticiparse; así que la recomendación es que se acerquen a su contador meses antes de presentar la declaración anual, para ver de cuánto será la cuesta del impuesto".
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