La viralización en redes sociales de “memes” humorísticos sobre el trámite de la
Constancia de Situación Fiscal, documento que ahora los patrones piden a sus trabajadores
para comprobar que sus datos coinciden con los del SAT, se queda muy corta para describir el caos que se avecina, alertaron fiscalistas.
“En realidad va a ser un verdadero caos lo que se avecina el 1 de julio con la emisión de facturas, porque mucha gente no tendrá esa constancia”, advirtió Gustavo Leal Cueva, presidente de la consultora Fiscalia, en entrevista para el periódico El Norte, publicada el 6 de junio de 2022.
“La ausencia de ese documento impedirá a los patrones comprobar que los datos del trabajador coinciden con los registros del SAT, por lo que de llegar a ser distintos, será imposible para el patrón timbrar la factura para deducirla de impuestos”.
Señaló que la certeza de que cualquier factura, no sólo las de nómina, va a poder timbrarse, dependerá de verificar los datos en esta Constancia, de lo contrario, el emisor de dicha factura no podrá contar con ella, pues será invalidada por el SAT.
“Vamos a tener que cargar en la cartera la Constancia de Situación Fiscal cuando pidamos cualquier factura, pero habrá un caos porque hay empresas que emiten millones de ellas, como Telmex, CFE, sin la certeza de que vayan a poder timbrar esa facturas”.
A partir del 1 de julio sería obligatoria para facturar la adopción del Comprobante Fiscal Digital por Internet en versión 4.0, conocido como CFDI 4.0, mismo que entró en vigor desde el 1 de enero
pasado, pero hasta ahora convivió con el CFDI 3.0, el cual no exigía datos como la Código Postal del contribuyente receptor de facturas para poderlas deducir.
Ahora, la autoridad ha prorrogado la obligatoriedad de la versión 4.0 del CFDI hasta el 1 de enero de 2023. Esto, aunque representa mayor plazo para hacer las adecuaciones y corroborar la información, lo único que significa es la postergación del caos que se vivirá una vez que el CFDI 4.0 se generalice.
A raíz de la exigencia de esta Constancia, circularon “memes” humorísticos ridiculizando el hecho de tener que pedir al SAT un documento que contiene datos fiscales del trabajador, aunque con la
creencia errónea de que es un requisito que pide esa autoridad, cuando en realidad sólo servirá para comprobar la autenticidad de la información del emisor de una factura.
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